Mercedes está
poniendo al día las mecánicas de sus coches, tal y como pudimos ver en el Clase C, ahora el Mercedes SLK también
recae en esta renovación mecánica para ofrecer motores más eficaces y eficientes.
La
estética de este bi plaza de Mercedes, no sufre cambios ninguno, mantiene el
actual diseño que la marca proporciona a sus deportivos como el SL o el AMG GT. También mantiene su
techo rígido retráctil en el que incorpora un cristal panorámico y el sistema Sky Control, con el que podremos elegir
el grado de opacidad para este. Lo único que se le añade al exterior son dos nuevos tonos de pintura.
A nivel
mecánico es donde el SLK recibe el mayor numero de cambios, apostando por unos
consumos más comedidos. El motor diésel
de 2.2 litros del 250d, sigue entregando la misma potencia, pero mejora su eficiencia para homologar un
consumo medio de 4,4 l/100km y unas
emisiones de CO2 de 114 g/km.
En cuanto
a las opciones de gasolina, el Mercedes SLK, deja atrás la variante 250 de 204 cv, para optar por el SLK 300 y su nuevo motor de 4 cilindros de 245 cv y
370 Nm de par máximo. Por debajo, el motor que da vida a la variante 200, sigue desarrollando
una potencia de 184 cv, pero ahora
ve aumentado su par hasta los 300 Nm.
Otro aspecto mejorado, ha sido el
sistema de transmisión, incorporando una nueva caja de cambios manual de 6 velocidades y otra automática de 9 velocidades para las versiones 250d y 300, y opcional en la versión de acceso. Respecto a las
versiones más potentes, compuestas por el SLK 350 con motor V6 de 306 cv y el SLK 55 AMG con motor V8 y
421 cv, quedan exentos de estas mejoras.
En lo que
a las mejoras de equipamiento se refiere, el
Mercedes SLK, recibe de serie luces diurnas LED. Después dependiendo de la
versión, podremos contar con elementos como el detector de fatiga, control de
crucero activo o el asistente de cambio de carril involuntario, entre otras
cosas.
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